Este año, debido al clima, se auguraba una vendimia difícil, al igual que ha pasado en otros muchos cultivos. Sin embargo, para nosotros estos retos son los que nos gustan, ya que de vendimias difíciles se obtienen caldos de gran calidad, como se constató en la cosecha de 2012 con los numerosos reconocimientos que obtuvieron nuestros vinos.

Dado el trato personal y diferenciado que le damos a cada una de nuestras variedades, esperando su óptimo punto de maduración, la vendimia se ha extendido desde julio hasta mitad de septiembre, haciendo de ésta una labor muy larga en el tiempo, siendo de las primeras bodegas en empezar y de las últimas en terminar, pero no por ello nuestro producto deja de mimarse un segundo, ya que en el trabajo y la dedicación residen los resultados finales.

La vendimia comienza con la variedad Gewürztraminer, la más madrugadora, seguida de no muy lejos por la Sauvignon Blanc; lo que nos permite dedicarle el trabajo exclusivo a la elaboración de nuestro vino blanco. Uvas que se vendimian a mano y se elaboran con todo el cuidado del mundo para alcanzar la calidad que nosotros mismos nos exigimos.

Agosto da paso a la vendimia de nuestros tintos de la Tierra de Cádiz, que en los últimos años ha abierto la variedad Merlot, la cual nos impregna de sus aromas de frutos negros acompañados de un señorial cuerpo que da personalidad a nuestros vinos. Pacientemente esperamos la maduración de la Tempranillo, y de gran expresividad aromática con grandes notas de frutos rojos, y para terminar espera la potencia de la uva Syrah, de alta intensidad de color y aromas.

Los vinos de la cosecha 2016 ya están en marcha y elaborándose a paso lento. pero seguro, asegurando de ésta una cosecha de gran calidad, tal y como preveíamos. 

Teresa Castillo

Enóloga de Cortijo de Jara